Publicado el Deja un comentario

La montaña imaginaria del miedo

¿Cuántas veces te has sentido abrumado ante una situación que no quieres enfrentar? Ya sea una conversación pendiente, un cambio profesional, una decisión personal o un reto emocional, es común que nuestro cerebro exagere las dificultades cuando decidimos postergar.

Esa montaña que aparece en la imagen representa todos esos «miedos inflados» por la evitación. Nos paralizamos ante su tamaño, cuando en realidad, muchas veces no es la situación en sí lo que nos detiene, sino nuestra interpretación de ella.

Evitar te hace sentir pequeño

Evitar es una estrategia de protección. Nuestro sistema emocional busca seguridad, y eso puede llevarnos a procrastinar o a mantenernos en la zona de confort. Sin embargo, la evitación tiene un precio:

  • Aumenta la ansiedad.

  • Nos genera culpa o frustración.

  • Disminuye nuestra autoconfianza.

  • Refuerza creencias limitantes como «no puedo» o «no es para mí».

Cuanto más evitamos, más crece la montaña… en nuestra mente.

El poder de dar el primer paso

En el lado derecho de la imagen vemos la transformación: la persona ya ha hecho lo que tanto temía y se encuentra en la cima, celebrando. ¿Qué cambió? No la montaña. Cambió la perspectiva.

Cuando enfrentamos nuestros retos, descubrimos algo sorprendente: la mayoría no eran tan grandes como pensábamos. Y aún si lo eran, hemos demostrado que podemos con ellos.

Actuar no solo resuelve situaciones, sino que fortalece nuestra identidad. Nos convierte en personas valientes, resilientes, capaces.

Acción: la clave para transformar tu percepción

Pasar a la acción tiene beneficios inmediatos:

  • Libera dopamina, generando sensación de logro.

  • Nos saca del bucle mental de la preocupación.

  • Alimenta la confianza en uno mismo.

  • Crea nuevas referencias internas: “Si hice esto, puedo con lo siguiente”.

La montaña no se hace más pequeña, tú te haces más grande cuando decides afrontarla.


Reflexiona…

¿Qué estás postergando hoy que te impide avanzar?

¿Qué pasaría si te atrevieras a dar solo un paso en esa dirección?

Recuerda: el miedo se alimenta de la inacción. Y la confianza crece con cada pequeño acto de valentía.


Conclusión

Las montañas más difíciles de escalar son las que construimos en nuestra mente. Atrévete a mirar de frente aquello que evitas, da el primer paso y celebra cada avance. Porque la verdadera transformación ocurre cuando dejamos de huir y comenzamos a actuar.


hashtags sugeridos

#valentíaemocional #afrontatusmiedos
#agbformacion #psicologiapositiva #cursos #formacion #aitorgutierrez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *